La semana pasada, todos nos quedamos esperando que nuestro post, story o anuncio se publicara, pero con la caída de Facebook nos quedamos esperando.
En este caso, hablar de Facebook no solo se refiere a la red social, debemos hablar como compañía propietaria de plataformas como Whatsapp, Instagram, Messenger, Business Manager o Audience Network. Algunas compañías que tenían planeadas sus campañas para ese día, tuvieron que ver cómo estas no podían ver la luz, otros vimos como no podíamos optimizar las campañas actuales.
Con la caída de Facebook no solo se ve afectado el contenido orgánico, estrategias basadas en influenciadores posteando para sus seguidores, y contenido para algunas marcas que le apostaron a su cuenta, tampoco vieron la luz.
En esta época de redes sociales, algunas personas/marcas le quitan valor a una propiedad digital como es un sitio web. Pero vemos como esta caída de plataformas sociales nos enseña a no apostar a un solo canal, aprendimos que las redes sociales son propiedades compartidas, si bien las vestimos con nuestra imagen, las nombramos con nuestra marca, trabajamos por lograr unos seguidores, una interacción, y otros esfuerzos más, jugamos bajo las reglas de un tercero como Facebook y los servidores y seguidores vienen siendo al final del día, sus seguidores y sus servidores.
El sitio web de la marca, es el eje de su presencia digital, así no tengamos un E-commerce, este nos ayuda a fortalecer la percepción de la marca (sobre todo con esos usuarios en la etapa inicial del embudo), es un canal de información oficial acerca de nuestro producto o servicio. Allí podemos decidir qué decimos, como luce y en qué momento hacemos cambios.
A la hora de diseñar o rediseñar un sitio web te en cuenta que este debe ser:
Relevante: brindarles a las personas el contenido que buscan, el motivo por el cual llegaron a nuestro sitio web. Diseño, navegabilidad, textos legibles, evitar el abandono llamado (rebote), eso indica a los motores de búsqueda y plataformas sociales que nuestro sitio web no cumplió las expectativas.
Encontrable: para ser indexado correctamente con motores de búsqueda, los contenidos deben estar debidamente marcados, indicarle a un bot cuáles son tus títulos (H1), subtítulos (H2), cuerpos de texto (P), cuales palabras son importantes (Strong), textos alternativos en imágenes (ALT) y otros parámetros que le dan indicaciones al motor de búsqueda. No debemos olvidar conservar una redacción enfocada a seres humanos, ya que las personas son las que deciden si les gusta lo que ven y Google tiene como saberlo.
Móvil: el tráfico móvil es altísimo hoy día, no es un pronóstico, una tendencia, es una realidad, más del 60% del tráfico de un sitio web es a través de celulares. Por eso debemos pensarlo primero para celulares antes que para computadores de escritorio.
Social: fácil de compartir en redes sociales, que la imagen que se visualice cuando lo compartimos sea la adecuada, al igual que el título y la descripción.
Eficiente: el factor que aumenta mayor relevancia a nuestro sitio web, es la velocidad de carga. Sitios web lentos, disminuyen el interés en las personas, sobre todo si pensamos en lo apurados que vivimos hoy en día, la invasión de contenidos, las ofertas en la red y el multitasking, hace que tengamos menos tiempo para esperar que un sitio web cargue.
Medible: si le integramos herramientas de medición como Google Analytics, podremos conocer y entender quién es el público que visita e interactúa en nuestro sitio web, cuales son los contenidos más interesantes, los de menor valor, cuantos clientes potenciales nos llegan por cada canal digital y otra cantidad de métricas que nos llevan a descubrir nuevos caminos.
Espero les haya gustado este recorrido desde la caída de Facebook, hasta la relevancia del sitio web para una marca.